Una especie exótica puede interactuar de distintas maneras con el ambiente en el que ingresa. Se adapta al nuevo medio y termina en relativo equilibrio con la comunidad preexistente, sin alterarla de modo apreciable. Cuando se caracteriza por tener alta tasa de crecimiento, gran energía reproductivo-adaptativa, fuerte capacidad de dispersión y, por carecer de enemigos naturales en el nuevo ecosistema, fuesen depredadores o competidores, se expande rápidamente y ocupa de modo efectivo el territorio. Éste comportamiento típico de las especies invasoras, que producen alteraciones importantes en el ambiente, ya sea natural o humano.
La distribución y modo de vida de los bivalvos exóticos se consideran especies invasoras porque se caracterizan por una temprana maduración sexual, una gran capacidad reproductora y un considerable poder de adaptación a los ambientes que colonizan.
Los procedimientos usados con moluscos incluyen descargas eléctricas, tratamiento de las aguas con cloros, venenos muy tóxicos, electromagnéticos, altas temperaturas y ultrasonido. Muchos son caros y hay que considerar los riesgos de su toxidad residual.
Hoy la presencia de estas nuevas no solo se registran en el río sino en muchos otros sitios de su cuenca, igual que cuerpos de agua que les están conectados.
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